Cáncer cervicouterino: Chile a la vanguardia en su prevención

El 26 de marzo se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino, que es la segunda neoplasia femenina más relevante en Chile después del cáncer de mama. Esta enfermedad provoca la muerte de al menos dos mujeres por día en el país y tiene como principal agente causante una infección persistente con alguno de los genotipos de alto riesgo del Virus Papiloma Humano (VPH).

El VPH es un virus que se puede transmitir con facilidad en una pareja sexual e, incluso, mediante el contacto íntimo de la piel. Las cifras son preocupantes. Según el Instituto de Salud Pública (ISP), en Chile un 16% de las mujeres están infectadas por VPH y cerca de un 45% de ellas por más de una cepa.

Durante muchos años, la prueba de detección (tamizaje) de cáncer cervicouterino por excelencia se ha basado en el análisis de Papanicolau (Pap), el cual permite detectar alteraciones celulares pre-cancerosas o cancerosas en el cuello uterino. Sin embargo, nuestra experiencia en Bupa Lab ha determinado que en 3 de cada 10 mujeres que reciben un resultado negativo por Pap, es posible detectar algún genotipo de VPH de alto riesgo que podría producir cáncer cervical en el corto o mediano plazo.

La amplificación del material genético del VPH mediante la reacción en cadena de la polimerasa (técnica conocida como PCR) ha permitido detectar con muy alta sensibilidad la presencia del virus, por lo cual, este análisis es actualmente el gold standard para su detección y año tras año las solicitudes de PCR han aumentado exponencialmente. Pero hay un desafío pendiente: si bien en conjunto el Pap y el PCR de VPH son análisis de bajo costo, en muchos casos, la invasividad del análisis endocervical (y las molestias que genera) ha llevado a que un 70% de las mujeres no cumpla con sus controles ginecológicos y que un 15% de mujeres sobre 25 años nunca se haya realizado el Pap.

Se estima que una prevención efectiva y una detección temprana del cáncer cervicouterino permitiría reducir hasta en un 50% las muertes por esta patología. Conscientes de ello, los científicos han avanzado en una nueva tecnología que permite la detección del VPH desde una simple muestra de orina, lo que puede ser clave para fortalecer la prevención de este cáncer, por la ventaja de ser una forma no invasiva de análisis. En Chile y Latinoamérica, el laboratorio Bupa Lab es pionero en validar e implementar esta técnica, la que está disponible en todos los centros IntegraMédica y, próximamente, en la red de Clínicas Bupa.

Este análisis es altamente sensible al compararlo con un PCR de muestra endocervical ( >94%). Para lograrlo, primero se amplifica el material genético del VPH por PCR y luego este ADN hibrida de forma específica en una matriz. Esta metodología es clave para superar la baja sensibilidad que se consigue solo con un PCR tradicional.

La toma de muestra para esta nueva técnica es completamente indolora y puede ser tomada por la misma paciente para resguardar su intimidad. Así, permitirá llegar a una gran proporción de mujeres que quiere cuidar su salud de forma rápida, simple y sin dolor.