¿Qué es la mamografía con tomosíntesis?

Con este exámen es posible obtener múltiples imágenes paralelas de un espesor de 1 mm gracias a que el tubo de rayos X se desplaza entre los – 15 y + 15 grados, lo que permite al radiológo evaluar por ¨capas¨ para un mejor diagnóstico.

La mamografía es el exámen que, por excelencia, permite la detección precoz del cáncer de mama y facilita así su tratamiento oportuno.

¿Cuáles son sus ventajas?

  • Evita la superposición de imágenes
  • Reduce falsos positivos y falsos negativos
  • Reduce los estudios complementarios
  • Detecta más cánceres y lesiones de alto riesgo.


Este examen está indicado en cualquier mujer, especialmente a aquellas con mamas densas.

La tomosíntesis ha sido considerada una revolución en el diagnóstico temprano del cáncer de mama. Mientras la mamografía convencional captura una imagen única del tejido mamario, en la que los tejidos se superponen -lo que puede dificultar el diagnóstico-, la tomosíntesis permite analizar los tejidos capa por capa, lo que facilita la visualización de lesiones incluso de aquellas muy incipientes.

En Clínica Bupa Santiago disponen del único mamógrafo que trae incorporado el brazo articulado que realiza el recorrido por sobre la mama con lo que se obtienen múltiples imágenes lo que da lugar a una imagen 3D del tejido mamario.

La tomosíntesis es mucho más sensible para detectar precozmente las lesiones cancerosas y muy eficiente para realizar screening porque -entre otras cosas- ayuda en la selección de las pacientes que deben ser sometidas a biopsias. También es útil en el estudio de la evolución de tumores en pacientes con cáncer ya diagnosticada.

Las indicaciones para la realización de este examen son las mismas que para una mamografía convencional. Es decir, acudir con exámenes previos, si los hubiera, y no utilizar talco ni desodorante el día del examen.

Debes recordar que:
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres y alrededor del 70% de quienes lo desarrollan no tiene factores de riesgo identificables.

La indicación general es una mamografía anual a partir de los 40 años. Si hay antecedentes familiares de cáncer de mama (madre, abuela, hermana), se recomienda iniciar el control entre los 30 y 35 años.

No debes dejar de consultar con tu médico ante cualquier cambio que percibas en tus mamas como un bulto palpable, hundimiento o secreción del pezón, inflamación o apariencia de piel de naranja.