Madres y lactancia: cómo llevar una adecuada alimentación en esta etapa

A partir del 1 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia, etapa donde la alimentación juega un rol fundamental, tanto para la madre como para el bebé. Claudia Sánchez, nutricionista de Clínica Bupa Reñaca, explica en qué consiste una nutrición balanceada para amamantar y qué alimentos priorizar.

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia, que se conmemora entre el 1 y 7 de agosto, es importante recordar que uno de los factores más relevantes durante este proceso es la nutrición de las mujeres al momento de amamantar. En esta etapa, la demanda energética de las madres aumenta considerablemente, e incluso más que durante el embarazo, por lo que es fundamental mantener una dieta equilibrada para cubrir todos los requerimientos que su cuerpo necesita.

"Se estima que la nodriza requiere en promedio 500 Calorías (Kcal) extras para generar la síntesis de leche, por eso es importante una alimentación adecuada, con frutas, verduras, cereales -de preferencia integrales-, proteínas bajas en grasas, legumbres, lácteos y grasas saludables. Asimismo, es esencial el consumo de alimentos ricos en DHA -un tipo de ácido graso de la familia Omega 3-, fundamental para el desarrollo del cerebro y visión del bebé, por lo que se recomienda comer al menos dos veces por semana pescados como jurel, salmón, sardinas o atún", indica Claudia Sánchez, nutricionista Clínica Bupa Reñaca.

Al mismo tiempo, la especialista señala que es necesario mantener una adecuada hidratación durante la lactancia, por lo que sugiere una ingesta de dos litros diarios de agua en promedio, evitando los líquidos ricos en azúcares simples, como jugos azucarados o bebidas. "Es importante destacar que la ingesta de líquidos no condiciona el volumen de leche a producir, ya que eso dependerá netamente de la succión del bebé", añade la experta.

Según Sánchez, una alimentación balanceada no solo beneficia la salud de la madre y el bebé, sino que también ayuda a que los sabores de la leche sean más variados, facilitando, de esta manera, los nuevos alimentos en el proceso de la alimentación complementaria del lactante.

En tanto, la nutricionista recuerda que hay minerales que inevitablemente disminuyen en el proceso de lactancia, como el calcio y hierro. Para compensar esta carencia, señala que se deben consumir lácteos, de preferencia descremados, al menos cuatro porciones diarias. "Con respecto al hierro, se deben priorizar las carnes rojas y vísceras como hígado, riñón. Además, para mejorar la absorción del hierro, es importante consumir alimentos ricos en Vitamina C, como la naranja y kiwi".

¿Qué alimentos se deben evitar?

Mantener una adecuada alimentación al momento de amamantar no solo depende de lo que la madre ingiera, sino también de los alimentos que no aportan nutricionalmente como, por ejemplo, aquellos que son ricos en grasas saturadas como embutidos, frituras, así como los altos en azúcar y sal.

Además, la especialista agrega que "durante la lactancia debe evitarse el consumo de alcohol, ya que afecta al sabor de la leche materna, el volumen de producción de leche e, incluso, el ciclo del sueño del bebé. También se recomienda evitar el consumo de cafeína o limitarlo a dos tazas diarias como máximo, ya que se puede excretar en la leche materna".

Durante las primeras semanas el tiempo es uno de los factores más determinantes para la madre, ya que la demanda del bebé es muy alta, sobre todo a la hora de amamantar. Una de las recomendaciones más prácticas que sugiere la especialista para optimizar los tiempos de cocina, es optar por preparaciones que se puedan congelar, así como la compra de alimentos que ya tengan una previa preparación y están listos para servir, como vegetales lavados y picados o bolsas de ensaladas. Otra opción es buscar alimentos que no necesiten preparaciones complejas, como una proteína a la plancha o un carbohidrato como la quínoa.