¿Estoy comiendo por hambre o por ansiedad?

Cuando las ganas de comer van más allá de la necesidad de alimentarnos, puede no ser hambre, sino síntoma de alguna alteración emocional gatillada por trastornos como el estrés o depresión. Averigua cómo calmar este impulso y evitar subir de peso.

Sentir la necesidad del sabor del chocolate a pocos minutos de haber almorzado o comer impulsivamente mientras vemos televisión, son comportamientos que responden a problemas emocionales de los cuales no somos conscientes, y tratamos de aplacar con comida, que en general, es rica en grasas y azúcares.

Para dejar el mal hábito de confundir la ansiedad con hambre, debemos saber que la comida actúa como un tranquilizador natural, según explica el nutricionista de IntegraMédica Roberto Gabarroche, comportamiento que, si se mantiene durante un periodo prolongado, "deriva en atracones de comida sin control voluntario y de manera impulsiva".

3 diferencias entre hambre y ansiedad

 

  1. La ansiedad aparece de repente, de manera impulsiva y con fijación por algún alimento en especial, generalmente de alto contenido calórico.
  2. El hambre se genera cuando nuestro cuerpo entrega señales que nos alertan que necesitamos ingerir alimentos, como la sensación de fatiga, estómago vacío, ruidos estomacales o dolor de cabeza.
  3. Para saciar el hambre no es necesario ingerir alimentos altamente calóricos, a diferencia de la ansiedad, una comida rica en cereales, verduras y proteínas será suficiente para acabar con el ayuno.

¿Cómo evitar la ansiedad?

A continuación, el nutricionista de IntegraMédica da a conocer tips que ayudan a prevenir llegar a estados de ansiedad, evitando de esta manera el aumento de peso:

  • Hidrátate: La deshidratación se suele confundir con ansiedad, por esto es recomendable consumir líquidos en distintos formatos durante el día, como agua, bebestibles sin endulzantes o té rooibos.
  • Evita las bebidas cola, café o té verde, ya que aumentan la ansiedad por su contenido de cafeína y teína.
  • Come lento, al comer más despacio somos conscientes del acto de alimentarnos.
  • No saltes comidas, es importante que respetemos las comidas del día como el desayuno, almuerzo y cena, además, podemos agregar colaciones para mantener un ritmo de ingesta de alimentos cada 3 horas.